martes, 6 de marzo de 2012

Los coches más cañí de nuestra historia


Por las calles y carreteras de nuestro país han circulado numerosos modelos distintos de coches. Sin embargo hay algunos que han permanecido más en nuestra memoria por diversas circunstancias. Quizás por peculiares diseños, características especiales o simplemente por sentimentalismo ya que era el coche de nuestro abuelo o nuestro tío.

En los 70-80 no había tanta variedad de modelos como hay en la actualidad y además no todos los miembros de la familia tenían coche. Por ello el parque automovilístico español era más aburrido y repetitivo. Hoy en día, todavía se pueden ver algunos conducidos por personas mayores que en su día los compraron, también por coleccionistas nostálgicos pero en la mayoría de los casos han desaparecido y han sido desguazados. Obviamente los SEAT son los más cañí por el origen español de la marca pero otras marcas extranjeras habituales, que en algunos casos también se fabricaron en España, también las hemos considerado como tal ya que ciertos modelos fueron muy populares.

 

Seat 1430

Es el coche de Torrente, con eso está todo dicho. Fue un vehículo muy popular. El taxi por antonomasia. Nació en 1969 como copia de un modelo FIAT 124. En su época se labró una fama de modelo elegante e incluso fue utilizado para carreras. Su motor inicial era gasolina, de 4 cilindros en línea de 1.438 cm³ y llegaba a alcanzar los 155 km/hora 

 


Seat 131

Era un coche con empaque, grande, robusto, alejado de las líneas de los utilitarios 127. Fue un coche utilizado por empresarios, políticos y familias pero también tenía su estilo deportivo dada su potencia de motor y fiabilidad. De hecho, fue utilizado para carreras y en los últimos años cuando estaba algo pasado de moda lo utilizaron muchos jóvenes que lo heredaron. Se empezó a producir en 1975 y su potencia llegaba a los 95 Cv y a los 1.592 cm³. Tomó el relevo del 1430 aunque convivieron durante muchos años.


Simca 1000

Fue muy popular en los ochenta tanto que incluso Los inhumanos lo incluyeron en una famosa canción. “Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000, en un Simca 1000..”.  El motor estaba detrás y el maletero delante, su cilindrada era de 944cc y su consumo no era excesivo. La siguientes versiones fueron ganando en potencia y en acabados.




Seat 600

Con él se inició la fiebre del automóvil en nuestro país. El clásico por antonomasia, es la imagen animada del boom económico de los 60. En pleno desarrollo su adquisición suponía para una familia entrar en el progreso. Se fabricaron desde 1957 y se vendieron como churros incluso había hasta lista de espera para adquirirlo. Era una copia del FIAT 600 y tenía un potencia de 21 CV con 633 cm³. Llegaba a los 95 kilómetros por hora y su consumo de combustible era irrisorio, 7 L / 100 km. 


Seat 850

Era una evolución del 600. En España comenzaron a fabricarse en 1966 (En Italia 1964). El motor (843 cc y) estaba ubicado en la parte de atrás y el maletero adelante. Sus 37 caballos le permitían llegar a los 125 km/h Era un vehículo de clases populares sin alardes. Su falta de ventilación le restaba fiabilidad en trayectos largos ya que los sobrecalentamientos del motor eran un problema habitual cosa que no solía ocurrir con los recorridos cortos de ciudad donde además destacaba por su maniobrabilidad.




Seat 127

Pequeño compacto, ideal para familias pequeñas. Era un clásico de las carreteras españolas e ideal para ciudad por su muy aprovechado tamaño, tanto interior como exterior. Era el heredero natural del Seat 850. Comenzó a fabricarse en 1972 y acabó en 1982 cuando acabo siendo sustituido por el Seat Fura, una clara evolución del 127 que pretendía extender su reinado cuando dicho modelo ya era del pasado.

 

 

Renault 5 Copa Turbo

Es sin duda uno de los coches míticos de las carreteras tanto por ser considerado como el padre de los deportivos GTI como por su alta siniestralidad debido a su gran potencia. Se concibió como la evolución deportiva del clásico Renault 5 dotado con turbocompresor. El R5 Copa Turbo, fabricado en Valladolid, era la versión española del Alpine Turbo francés de 1982. La incorporación de la tecnología aumentó su potencia hasta los 110 caballos. Era conocido como la ‘caja de muertos’. Existen diversas leyendas negras centradas en fallos mecánicos que tratan de explicar sus numerosos accidentes. Ahora el cóctel potencia más poco peso unido a inexperiencia al volante resultaba mortal.

 

Renault Fuego

Era el intento de Renault por hacer un coche deportivo. Era fundamentalmente la versión sport del Renault 18. Los que querían ser más ‘cool’ pero no podían permitirse grandes marcas lo adquirieron atraídos por su diseño pero también por su fiabilidad y prestaciones. Era el deportivo de barrio. Empezó a producirse en 1980 y siguió hasta 1987. Entonces se creó el Fuego GTX 2.2, el primer coche hecho en Argentina con frenos de disco en las cuatro ruedas. Un año más tarde se lanzó el GTA, con un motor de 2.2 litros que rendía una potencia de 116 caballos y una velocidad máxima de 190 km/h, todo un bólido para aquel entonces.


Ford Fiesta

Sigue estando presente en la actualidad aunque con un diseño que nada tiene que ver con el que empezó a fabricarse en 1976. Existen seis generaciones distintas de este pequeño vehículo que surgió como respuesta a la crisis del petróleo y del que se han llegado a vender más de doce millones de unidades. Este modelo de estilo europeo tiene una clara connotación española, de hecho se le conocía como el ‘Valencia’ porque la factoría española de Ford se creó para fabricar este modelo. Inicialmente se montó con motores de gasolina de 957 cc (con opción de alta o baja compresión). 

 

¿Echas alguno de menos?, ¿cuales incluirías tú en la lista?, déjanos un comentario en el blog.

 

 

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