jueves, 19 de abril de 2012

Los coches malditos de la historia


En el mundo del motor, las maldiciones y las supersticiones también tienen cabida. No sólo hay casas, personas y leyendas malditas también hay coches que han sido considerados como tal. Se crea o no se crea en supersticiones la realidad es que a lo largo de la historia ha habido vehículos que han sido considerados como demoníacos por su estrecha relación con la muerte.
Entre ellos hay dos que destacan sobre manera y que han creado una leyenda propia por el reguero de muertos y heridos que han dejado a su alrededor Se trata de ‘el pequeño bastardo’ de James Dean (Porsche 550 RS Spyder) y la limusina en la que fue asesinado Francisco Fernando de Habsburgo, el archiduque de Austria pero además de estas dos ineludibles referencias hay alguno más.



El ‘pequeño bastardo’ de James Dean
El precioso deportivo Porsche 550 RS Spyder que se compró el mítico actor norteamericano James Dean se convirtió en una verdadera leyenda negra del mundo del motor. Todo aquel que se acercaba a él moría o quedaba herido de gravedad. La historia comienza con el accidente en el que murió Dean. Tras ella comienza el reguero de insólitos accidentes que han configurado esta leyenda. La segunda desgracia ocurrió mientras se bajaba el coche accidentado de un camión para meterlo en el taller. El coche cayó sobre uno de los mécanicos y le partió las dos piernas. Posteriormente se dispersaron algunas piezas. Se vendió la transmisión y el motor para coches de carreras y casualmente los vehículos que los recepcionaron sufrieron un accidente que mato a sus ocupantes. Algo similar ocurrió con las ruedas ya que el coche que las calzó también colisionó y el piloto quedó en coma. Más tarde, la carrocería se expuso en un museo de Sacramento pero la mala suerte volvió ya que cayó sobre un visitante. Tras todas estas ‘aventuras malditas’ el propietario decidió destruirlo pero durante el traslado al desguace ocurrió otra fatal colisión y el conductor que chocó con el camión que lo llevaba acabó bajo las ruedas del pequeño bastardo.


La verdadera historia de Christine (Stephen King)
No era un Plymouth Fury del 58 rojo como el del famoso relato de Stephen King y posterior película que se dedicaba a matar por iniciativa propia sino que era un Ford Mustang del 1959. Según afirmó su dueña residente en California (EEUU) aquel coche atropelló a doce personas y tuvo seis accidentes de tráfico. Era un verdadero imán para siniestros.



La limusina del archiduque de Austria que originó una guerra
Sin duda es el coche que más trascendencia ha tenido en la historia. Se trataba de la limousina Graef und Stift en el que fue asesinado el archiduque de Austria Francisco Fernando de Habsburgo, durante una visita a Sarajevo un acontecimiento que desencadeno la I Guerra Mundial. Tras este suceso, el Graef und Stif inició su carrera de mala suerte. Primero lo compró un militar bosnio que al poco tiempo murió en un accidente a bordo del vehículo. El siguiente en engrosar la leyenda fue el médico yugoeslavo que adquirió el coche y poco después falleció cuando el coche volcó, eso sí sin padecer más daños que la muerte del conductor.
Tiempo después la limusina, paso a manos de un coleccionista que se suicidó meses después. Años más tarde lo adquirió un corredor de apuestas que como no murió al poco tiempo en un accidente con el coche maldito. Ya en estado ruinoso fue comprado por un empresario de alquiler de coches que lo restauró y le cambió el color y lo utilizó para bodas pero nuevamente otro siniestro accidente se cruzó por el camino y el dueño murió.



El Buggati 'IX'
En agosto de 1939 el conocido ingeniero Ettore Buggati iba a probar varios prototipos de bólidos pero la noche antes tuvo un sueño en el que uno de ellos sufriría un accidente. Recordó que el rotulado con el número 9 (IX) sería el afectado y su hijo Jean iba al volante. Por eso por la mañana decidió cambiar el orden y a su hijo le dió el 11 (XI). Sin embargo, su hijo sí murió en un accidente intentando evitar a un cartero ciclista borracho que se le cruzó junto a la fábrica. 


R5 Copa Turbo
Mucha gente consideraba este modelo de Renault (versión española del Alpine Turbo francés de 1982) estaba maldito por el alto número de siniestros y muertes que produjo. Era conocido como la 'caja de muertos'. Existen diversas leyendas negras que aseguran que tenían fallos mecánicos que provocaban los siniestros y que el turbo se activaba en las curvas provocando salidas de carretera. La verdad es que más allá de los accidentes la alta potencia que le proporcionaba el turbo lo convertía en un vehículo difícil de controlar especialmente sino se tenía mucha experiencia al volante.



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